Por Thermoblog.
La Thermomix es uno de los electrodomésticos más populares que existen en la cocina. En Europa es de los más vendidos y el 80 por ciento de los compradores están contentos con su compra. Una de las claves de este robot es la posibilidad de triturar y cocinar en el mismo aparato, lo que lo convierte en un electrodoméstico muy versátil y lleno de posibilidades.
El origen de la Thermomix.
En Francia, en el año 1970, un suizo observó cuan populares eran las sopas en aquel país. Se le ocurrió la idea de unir en un solo robot la función de triturar y cocinar a la vez, por lo que inventó uno que era idóneo para hacer las sopas que tanto éxito tenían por aquel entonces.
La firma alemana Vorwerk se hizo eco del invento y no dudó en comercializarlo. De ahí surgió la primera batidora caliente del mercado. Desde entonces hasta ahora la Thermomix ha evolucionado bastante, lo que comenzó siendo un electrodoméstico dirigido a la elaboración de sopas, terminó siendo un gran instrumento a la hora de realizar zumos, purés, papillas infantiles, etc…
En la actualidad la Thermomix ha progresado a pasos agigantados, cuenta con infinidad de funciones que las originales no tenía, como el pulsador turbo o el giro a la izquierda. Posee un vaso de acero inoxidable para realizar la cocción de alimentos y un complemento llamado varoma que permite cocinar al vapor.
La inventiva de quienes manejan este aparato es ilimitada, siendo miles las recetas que se pueden realizar en ella, tanto en frío como con calor. Además es posible realizar masas para pasteles y panes, batir huevos, etc… Por ello es uno de los favoritos a la hora de hacer ricos dulces y panes de diferentes sabores.